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Esta semana descubrí un disco duro donde tengo fotos y vídeos que daba por perdidas. Entre los 500gb de datos que recuperé, encontré muchas fotos de mis inicios en todas mis motos. Tengo material para hacer más crónicas del tiempo que tengo para escribirlas y aún así echo de menos fotos que perdí.

Pero entre todo lo encontrado quisiera reflexionar sobre 2 vídeos que estaban sueltos en una carpeta llamada «chorradas varias».

El primero de ellos me hace ver desde lo tan abajo que empecé haciendo enduro, y por aquel entonces llevaría ya unos de 40mil kms de experiencia en las 2 ruedas. Sin embargo parece que sea la primera vez que me suba en una moto.

PASANDO UN TRONCO. ENDURO EXTREMO

En este vídeo aún no tenía ni equipación de enduro. Sería la segunda vez que montaba en mi moto de enduro. Mi primera Gas Gas 200 del año 2003 a la que le había puesto un kit de transformación para verla como una Gas Gas 2010, que era el año en el estábamos.

A lo largo de 10 años haciendo enduro (o algo parecido jajajaja) he visto empezar a muchos endureros, y después de ver estos vídeos creo que no he visto a ninguno que haya empezado desde tan abajo.

Por una parte me enorgullece muchísimo haber llegado donde estoy disfrutando cada momento sobre la moto. Pero recuerdo lo que me frustraba pensar en todo el tiempo que me llevaba llegar al nivel que estaba y ver el poco tiempo en que otros chicos se iniciaban y me dejaban atrás.

A día de hoy solo me mido con los demás en la sonrisa que traemos de vuelta a casa después de una jornada en el monte sobre las motos.

EL QUE LA SIGUE, LA CONSIGUE

Otro de los vídeos que encontré en la carpeta «chorradas varias» es este que está editado y a pesar de ver todo los intentos que hice en esa romana, os garantizo que fueron muchos más. Cuanta paciencia tuvo siempre Miguel y tiene.

El que la sigue la consigue, a veces…jajaja, y si después de intentarlo tropecientas veces y no conseguirlo, me motivaba pensar que el siguiente día seguramente ya lo haría mejor.

Seguramente me faltaba técnica, horas de rodaje, fuerza, maña, altura… pero lo que nunca me faltó fueron las ganas e ilusión.

Después de ver estos vídeos, mi reflexión y conclusión es que siempre tuve la grandísima suerte de salir con gente que tuvo paciencia infinita conmigo enseñándome, esperándome o ayudándome.

Un amigo lo llama enduroterapia, después de ver el vídeo y mi reflexión, yo lo llamo agradecimiento infinito a todos los chicos de Endurogalicia, en especial a Miguel.